Los efectos de las drogas en la erótica

En nuestra sociedad es bastante habitual el uso de una serie de sustancias psicoactivas (ya sean estas legales, como el alcohol o el tabaco, o ilegales como la cocaína, la marihuana, etc.), de manera recreativa o para experimentar los principales efectos a corto plazo que producen: desinhibición y euforia, los cuales pueden resultarle útiles a algunas personas a la hora de afrontar un contacto erótico. También hay que tener en cuenta que, efectivamente, con el consumo de muchas de estas drogas al principio se produce un incremento del interés erótico. Sin embargo, en general, las drogas tienen efectos indeseados en las relaciones sexuales.

Seguir leyendo

¿Qué es el deseo?

El deseo, según la RAE, es definido como “movimiento afectivo hacia algo que se apetece”. Además se trata de un tema recurrente en la literatura y en la poesía. Por ejemplo, Alejandra Pizarnik escribió que “nadie es del color del deseo más profundo”. También es un asunto que, a lo largo de la historia, ha dado lugar a numerosos debates filosóficos: una cita famosa de Nietzche es aquella que dice que “llegamos a amar nuestro deseo, y no al objeto de ese deseo”. Pero, desde un enfoque sexológico, ¿de qué hablamos cuando hablamos de deseo?

Seguir leyendo

Relaciones 2.0: El uso de Internet y la satisfacción sexual

En la actualidad, Internet se ha convertido en una herramienta imprescindible para realizar numerosas tareas del día a día: buscar la temperatura que hace, mirar cuál es el trayecto más rápido de un sitio a otro, leer las noticias o, simplemente, enviar un mensaje a otra persona.

Esto, como no podía ser de otra manera, también tiene una importante influencia en nuestras relaciones, tanto emocionales como eróticas, así como en la manera en la que nos relacionamos.

Seguir leyendo

Diversidad y amor en los dibujos animados

Cuando pensamos en dibujos animados, seguramente nos vienen a la cabeza, entre otros, las películas de Disney. Si bien es cierto que Disney ha evolucionado intentándose adaptar a los nuevos tiempos, incluyendo en sus últimas películas personajes de mujeres valientes, guerreras, independientes, de diferentes etnias y culturas y con diversos tipos de cuerpo (por ejemplo: Tiana y el sapo, Brave, Frozen, Vaiana…), no ocurre así con sus películas más antiguas. Si echamos la vista atrás nos encontramos con las típicas historias de príncipes heroicos, princesas más o menos pasivas (todas muy normativas) y amor romántico a raudales.

Por otra parte, aunque sea mucho menos conocido, tenemos a su equivalente japonés: Studio Ghibli, en cuya filmografía encontramos películas que transmiten valores relacionados con la ecología, la amistad, las relaciones humanas, etc., y en las que aparecen numerosos personajes femeninos de todo tipo (por ejemplo: La Princesa Mononoke, El Viaje de Chihiro, Mi Vecino Totoro…).

Pero ¿qué ocurre, ya no con las películas, sino con las series de dibujos animados?

Seguir leyendo